Este blog prometió tener una existencia efímera, pero no fue así. Duró más de la cuenta, lo que era un mal augurio.
Pero junio debía llegar a su fin y lo hizo. Y con él se llevó el calendario entero de una vida imaginada, largamente acariciada. Eso no estaba planeado, pero sucedió.
Lamentablemente, no todos los junios pueden ser tardes de febrero.
Aunque me han dicho que en junio hace calor en Europa.
Estando así las cosas, anuncio el cierre definitivo de este blog.
grueso telón lila corriendo sobre el escenario oscuro.
César Bazán Seminario
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